1. Comienza elaborando el caramelo para bañar el molde, que no sea desmontable y de unos 25-30 cm de diámetro aproximadamente. Vierte el azúcar, el agua y un poco de zumo de limón en un cazo pequeño. Pon a fuego medio y deja que caramelice hasta conseguir un bonito color tostado pero evitando que se queme.
2. Una vez listo vierte el caramelo sobre el fondo del molde y deja enfriar hasta que solidifique.
3. Cubre entonces el fondo con las rodajas de piña, enteras o troceadas, como más te guste. Necesitarás entre 5 y 6 rodajas dependiendo del tamaño pero que no te importe si quedan huecos.
4. A continuación, en el recipiente de tu robot de cocina, vierte los huevos enteros, una pizca de sal y el azúcar correspondiente. Bate a media potencia unos 10 minutos, hasta que espume bien la mezcla y haya doblado su volumen.
5. Tamiza la harina con la levadura en polvo e incorpora a la mezcla anterior con la mano con movimientos envolventes y rápidos pero nunca con ayuda del batidor para evitar que baje.
6. Vierte la mezcla sobre el molde e introduce en horno precalentado a 180ºC en modo . Cuece por espacio de 30 minutos. Transcurrido el tiempo de horneado comprueba que la mezcla ha cuajado pinchando con un palillo. Ya sabes, si sale limpio, está perfectamente cocido.
7. Con el bizcocho todavía caliente, empapa con el almíbarJarabe a base de azúcar y agua con el punto de densidad propio de cada preparación. con ayuda de una brocha de cocina, repartiendo bien por toda la superficie.
8. Una vez templado, desmóldalo dando la vuelta con ayuda de un plato y deja enfriar por completo antes de servir.