1. Del el pan que te haya sobrado del día anterior, corta 8 rebanadas del grosor de un dedo aproximadamente (Unos 20 mm, pero esto es a gusto de cada cual).
2. En cazo pon la leche, un pequeño trozo de piel de limón y media rama de canela. Coloca a fuego muy bajo, dejando que infusionen los ingredientes durante 20-25 minutos. No dejes que llegue a hervir, ni mucho menos. La mezcla, como mucho, que llegue a templarse.
3. Una vez completado el tiempo de infusión, retira del fuego y añade 70 gr. de azúcar. Remueve para disolverlo bien y deja enfriar.
4. A continuación coloca las rebanadas en un recipiente adecuado y báñalas con la mezcla a la que habrás retirado previamente la canela y el limón. Deja que se empapen bien durante 30 minutos dándole un par de vueltas, hasta que hayan absorbido toda la leche aromatizada.
5. Calienta entonces la sartén con el aceiteGrasa obtenida de elementos vegetales tales como olivas, soja, girasol, etc. de girasol, reboza las rebanadas con el huevo batido y fríelas bien por ambas caras, hasta que estén bien doradas.
6. Escurre bien y colócalas sobre papel de cocina para eliminar el exceso de aceiteGrasa obtenida de elementos vegetales tales como olivas, soja, girasol, etc..
7. Pasa a una fuente o plato y espolvorea generosamente con la mezcla del resto del azúcar (50 gr) y la canela molida.
Y recuerda... recién elaboradas saben el doble. Buen provecho !!!