1. Hazte con unos buenos langostinos grandes o unos carabineros (14-16 piezas / Kg). Si los has conseguidos frescos, perfecto. De lo contrario, descongélalos sumergiendo en agua fría durante 15 minutos aproximadamente. Retira la cáscara de la cola dejando únicamente cabeza y punta de la cola.
2. Coloca una olla pequeña al fuego con un poco de agua (1-2 litros) con una cucharada de sal y un par de hojas de laurel. Cuando comience a hervir incorpora los langostinos y escáldalos, únicamente unos 10-15 segundos, hasta que la cola haya perdido el color a "crudo" y se haya vuelto blanquecina. Es muy importante no cocerlas en exceso ya que este marisco resultaría muy seco y correoso. Escúrrelos con cuidado, evitando que no se desprenda la cabeza y deja enfriar.
3. Para elaborar la vinagreta corta el aguacate en dos mitades, retira la nuez y la piel. Pica a cuchillo la pulpa en dados muy menudos y deposítalos en un cuenco.
4. Añade a la pulpa de aguacate cilantro fresco picado, pimienta negra recién molida, zumo de limón, naranja y lima, un chorro de vinagre de Módena y termina emulsionando con aceiteGrasa obtenida de elementos vegetales tales como olivas, soja, girasol, etc. de oliva extra-virgen, al gusto, hasta obtener una vinagreta no demasiado líquida.
5. Presenta la ensalada de modo individual, con 2-3 langostinos, bien estirados, en el centro de cada plato. Coloca un poco de mezcum de lechugas o brotes tiernos a un lado a modo de guarnición y termina salseando con un poco de vinagreta sobre las colas peladas. Sazona ligeramente con unas escamas de sal y sirve esta sana y sabrosa ensalada al momento.