1. Consigue si el mercado de tu zona lo permite, unos buenos chipirones frescos de las rías gallegas. De lo contrario, congelados también pueden valer.
2. Te recomiendo no limpiarlos para preservar todo el sabor, podrás elaborarlos directamente. Aunque si prefieres puedes limpiarlos retirándoles la tripa, filamento de la vaina, ojos y boca separando antes la vaina y cabeza. Sécalos con un trozo de papel de cocina y empápalos ligeramente con un poco de aceite de oliva.
3. Ahora prepara la guarnición: pela las patatas, lávalas y corta en rodajas gruesas de 1 a 2 cm que cocerás en agua con sal durante 20 minutos. Una vez cocidas, resérvalas.
4. Cuando tengas lista la guarnición, calienta una plancha o sartén a fuego intenso, durante 2-3 minutos hasta que comience a humear.
5. Coloca sobre la plancha o sartén los chipirones y deja dorarTostar una género por medio del calor y una grasa. bien a fuego medio de 1 a 2 minutos por cada lado.
6. Termina emplatando en una bandeja las patatas a modo de cama ó zócalo, cubre con los chipirones tostados y termina añadiendo la salsa que previamente habrás triturado en la batidora con aceite de oliva, ajo, zumo de limón y perejil.
7. Salpica con unas escamas de sal y disfruta !!