1. Retira la piel o corteza del melón y trocea la pulpa en dados menudos. Colócalas en un plato de presentación ó copa de cristal. Si quieres jugar con las formas, también puedes cortarlo en láminas finas, extraer bolitas con la cucharilla francesa, etc.
2. Lonchea el jamón con cuchillo bien afilado, extrayendo finas láminas y colócalas enrolladas sobre el melón, a modo de flor.
3. Si te atreves con un aderezo que potencie las propiedades de estos dos ingredientes, añade una pizca de pimienta negra recién molida y un fino chorro de aceite de oliva extra virgen.