1. Elige unas buenas nécoras gallegas, de la ría y recién capturadas, que estén vivas.
2. Calienta una plancha o sartén durante 5 minutos a fuego medio.
3. Salpica el fondo de la plancha con una generosa cantidad de sal gruesa, coloca las nécoras con las patas hacia arriba y añade nuevamente un poco de sal gruesa. No te asustes... nunca quedarán saladas ya que no llega a penetrar en sus carnes.
4. Agrega un buen chorro de aceite de oliva y ásalas de 8 a 10 minutos dependiendo del tamaño de las nécoras. Dales una vuelta a media cocción.
Te aconsejamos consumirlas bien calientes para descubrir su intenso sabor.