1. Descongela las gambas y sécalas con papel de cocina. Si las consigues frescas... mejor que mejor.
2. Calienta una plancha o sartén al máximo durante 2-3 minutos.
3. Salpica el fondo con un poco de sal gruesa y coloca las gambas. Salpica de nuevo sal gruesa sobre las gambas (No te preocupes, no saldrán saladas)
4. Añade un chorro de aceite de oliva y deja a fuego máximo durante un minuto. Dales la vuelta y ásalas un minuto más.
5. Emplata las gambas y acompaña con unos gajos de limón.