1. Tamiza la harina con la levadura en polvo y derrite la mantequilla a fuego lento. Deposita y mezcla en el cuenco de tu robot de cocina.
2. Incorpora a continuación el resto de ingredientes (A excepción del azúcar) y amasa con tu robot o a mano sobre la mesa de cocina de 10 a 15 minutos, con energía. (Dependiendo de la "fuerza" de la harina empleada es posible que necesites añadir un poco más de agua de lo indicado para obtener una masa ligada y compacta)
3. Cubre la masa resultante con papel film y déjala reposar de 2 a 3 horas a temperatura ambiente.
4. Divide la masa en 4 porciones y estíralas una a una con el rodillo, lo más finamente que puedas.
5. Corta las láminas de masa en rectángulos y estíralos con la mano hasta que queden finos como el papel. No arriesgues demasiado para que no se rompan.
6. Calienta aceiteGrasa obtenida de elementos vegetales tales como olivas, soja, girasol, etc. de girasol en una sartén, a fuego medio y fríe las láminas de masa pero sin dorarlas demasiado. Dale la forma de oreja presionando uno de los extremos de la lámina contra la pared de la sartén, durante unos segundos. Dale la vuelta en cuanto consigas un bonito color dorado claro. Comprobarás cómo se forman gran cantidad de burbujas en su superficie.
7. Escúrrelas sobre papel secante, salpica con ayuda de una brocha de cocina con un poco de licor de anís y espolvorea con abundante azúcar.