1. Empieza por elaborar el caramelo: en un recipiente mezcla 150 gr de azúcar con medio vaso de agua y pon al fuego. Sin remover, deja que se tueste bien. Mueve el cazo de ven en cuando, enérgicamente, para unificar el color final del caramelo.
2. Una vez tostado, viértelo caliente cubriendo el fondo de los moldes o flaneras. Ten en cuenta: no es necesario bañar las paredes.
3. Ahora casca los huevos y bátelos ligeramente en un bol evitando crear un exceso de espuma.
4. Pon la leche y el resto del azúcar (150 gr) en un cazo y deja templar a fuego lento, ligeramente. Vierte sobre los huevos batidos, remueve la mezcla y rellena los moldes pero sin llegar al borde.
5. Colócalos en un baño maría con el agua templada e introduce en horno precalentado a 130-140ºC. Deja cuajar por completo, de 40 a 50 minutos aproximadamente. Retira del baño maría y deja enfriar.
6. Una vez fríos, desmolda y sírvelos con el caramelo líquido correspondiente. Puedes acompañarlos con un poco de nata montada.